Buscabas algo? Usa a Google

Búsqueda personalizada

lunes, 26 de mayo de 2008

Visitando a Marco Gomez

Pareciera el título de una película de bajo presupuesto con un reparto mediocre y un sentido del humor bastante absurdo como el de Tom Green pero con menos posibilidad de obtener un Oscar, sin embargo no se trata de eso. Este tìtulo se debe a que contaré la historia de cómo nos fue ayer que pasamos a visitar al Marco en su hotel en donde lleva encerrado más de dos semanas a causa de un curso de capacitación para su nuevo empleo.

La cita era a las 11:30 de la madrugada en casa de Sir Herwin Kolbeck y trás un par de horas, no de camino si no de espera a que H.K. estuviera listo, salimos rumbo a Bosques para recoger al Yorch y luego fuimos hacia Villas para recoger a Anita (La novia de Marcosss, jeje, chiste local) y ya nos pusimos en camino rumbo al Fiesta Inn de perisur para poder ver al susodicho.

Durante el camino de ida disfrutamos del ritmo tropicolorido de Ramstein y su balada de amor Te quiero puta entre otras tanteas melodias de las cuales destacan notas estridentes y alaridos, como si cantaran.

Una vez arribados al hotel, después de dejar la camioneta con el valet parking saludamos a Gomez quien no pudo ocultar la emoción y corrió a abrazar a su novia mientras todos traíamos jeta de y nosotros que? De inmediato fuimos a dar un paseo por la plaza de Gransur y entramos a la comercial mexicana a comprar algunas provisiones para nuestra visita. Tomando en cuenta que al otro día, o sea hoy, cada quien tenía que regresar a sus respectivas actividades laborales nuestras provisiones fueron tan solo un cuarto de queso panela y medio kilo de jamón para botanear, dos six de León para el pueblo y para el Yorch y yo una botella de vino tinto.

Durante la degustación de nuestas bebidas y botanas, hablé acerca de los planes que teníamos Bárbi y yo de organizar un viaje de campamento, a todo el mundo pareció agradarle la idea, y a pesar de que yo tenía muchas ganas de regresar a Tolantongo surgieron varias propuestas alternativas como balnearios y eso, tomando en cuenta que muy posible llevaríamos a una niña pequeña con nosotros lo que de cierta manera impediría que pudiérmaos ir a un bosque por aquello de que se aburra o en el caso de las grutas que se pueda lastimar, además de que el viaje es muy largo. En fín, todo quedó en que habría que planearlo con mas calma en otra ocasión.

Luego de brindar y pasar un buen rato fuimos a comer, de nueva cuenta en la plaza de Gransur en el área de comida rápida, todos excepto mi hermano y yo se fueron a comer hamburuesas al burguer king, nosotros decidimos comer sushi, estaba bastante sabroso pero la ración de wasabi era muy mediocre, se me terminó en el seguddo bocado y el gengibre tampoco tenía ese sabor fuerte al que estaba acostumbrado.

Terminando nuestros alimentos regresamos al hotel para despedirnos de Marco y hacer planes para el día de su regreso y reincorporación a la sociedad, así que ya estamos que para entonces nos vamos a celebrar al Tinacal, donde queda eso? No se, pero suena grosero, como las que ya hacen falta.

Bueno pues es todo por hoy, no se pierdan otro emocionante episodio de La vida del Gus en este mismo espacio, nos leemos

No hay comentarios: